Hoy recordamos al señor Frank Fullerton en el año número once de su partida.
Aquel día del 25 de junio del 2008 no podíamos creer que quien había trabajado con tesón y entrega cual guerrero indomable, dejaba el mundo terrenal.
Muchos eran los atributos del Director Deportivo de la Unión Panamericana de Judo y bastaba con mencionar “el viejo” para saber de quien hablábamos. Su nacimiento se produjo el 2 de septiembre de 1924 en Orange, Virginia y falleció el 25 de junio 2008 en el Hospital Providence en El Paso, Texas. Obtuvo su licenciatura en la Universidad de Washington en St. Louis, Misuri y el titulo de abogado en la Universidad Metodista.
Fue quizás su profesión de letrado lo que le dio los firmes principios de la equidad y la igualdad en el trato a sus semejantes, siempre fiel a sus creencias.
Veterano de la Segunda Guerra Mundial sirviendo en el Ejército de los Estados Unidos en el teatro de operaciones en China-Birmania-India para más tarde pasar al Cuerpo de Marines.
Su paso por los cuerpos armados en diferentes conflagraciones mundiales lo forjo en la responsabilidad, puntualidad, compañerismo y la fidelidad al amigo; no conoció la traición a sus semejantes.
En el judo del continente americano y del mundo forma parte de una enseñanza perdurable en el tiempo con cientos de atletas, entrenadores, personal técnico y dirigentes que se nutrieron de su sabiduría en reiteradas oportunidades.
Era un hombre con una larga e interesante trayectoria que aporto en grado sumo al desarrollo del judo en todas sus actividades sin necesidad de reconocimiento alguno.
Para el 1976 fue nombrado Hombre del Año en Texas para posteriormente ser presidente de la Federación de Judo de los Estados Unidos, miembro de la Junta Directiva del Comité Olímpico, Séptimo Dan (cinturón rojo y blanco), miembro del Salón de la Fama la Unión Panamericana de Judo en el 2006 y a principios de ese mismo año, recibió el Premio a la Trayectoria del New York Athletic Club. Sus obras de filantropía fueron parte de la larga y fructífera trayectoria y de manera muy especial en aquellos países donde las vicisitudes del tercer mundo acompañan a sus habitantes.
El Señor Fullerton o el viejo como solíamos llamarle fue un tremendo embajador de los Estados Unidos en los países de América quien y ante todos nosotros era uno más y así nos lo hacía sentir. Enamorado de República Dominicana y con frecuencia nos decía que esta era su segunda patria y en chiste nos decía: La Conexión Dominicana.
Viejo, te escribimos con alegría porque tuvimos la dicha de tenerte tantos años para recibir tus enseñanzas, aprender de tu trabajo constante y sobretodo de tu entereza y tenacidad como persona de bien, tu legado perdura.
Te recordamos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Jaime Casanova Martinez
Presidente Unión Panamericana de Judo (UPJ)
Santo Domingo, República Dominicana.
25 junio 2019